Se denomina feudalismo
a la organización social, política y económica basada en el feudo que predominó
en la Europa
occidental entre los siglos IX y XV. Se trataba de propiedades de terrenos cultivados
principalmente por siervos,
parte de cuya producción debía ser entregada en concepto de "censo"
(arriendo) al amo de las tierras, en la mayoría de los casos un pequeño noble llamado señor,
nominalmente leal a un señor más poderoso o rey.
El colapso del Imperio acaeció básicamente por su
extensión y la incapacidad del emperador para controlar todas sus provincias, sumado a las
cada vez más numerosas incursiones de pueblos bárbaros que atacaban y saqueaban
las provincias más retiradas del imperio, lo que provocó que los emperadores
necesitaran gente para defender sus grandes terrenos y contrataran caballeros o
nobles (precursores del modelo de señor
feudal), se llegó incluso a contratar a jefes y tropas mercenarias de
los mismos pueblos "bárbaros".
Para el siglo X la realeza sin desaparecer, ha perdido todo el
poder real y efectivo y sólo conserva una autoridad sobrenatural remarcada por
las leyendas que le atribuyen carácter religioso o de intermediación entre lo
divino y lo humano. La Iglesia Católica abarcadora de todos los bienes llamados
limosnas, conocedora de la fragilidad de los reinos y del poder que ella misma
tiene en esa situación consagra a los prelados y señores como jefes sociales y
sanciona con graves penas la desobediencia de estas normas. Los señores, a
partir de ese momento, "reciben el poder de Dios" y deben procurar la
paz entre ellos pacto que debe renovar generación tras generación, conformando
así un modelo en el que la "gente armada" adquiere determinados
compromisos sobre la base de juramentos y deben proteger el orden creado, y los
eclesiásticos que forman la moral social y se encuentran salvaguardados por los
señores.
El castillo encaramado sobre un alto será la representación del
poder y la fuerza, hogar del señor y lugar de protección de los vasallos en los
conflictos, desde allí se administra justicia a todos cuantos se encuentran
sujetos.
Las personas libres están sometidas a unas mínimas
normas de obediencia, defensa mutua y servicios prometidos. Los demás son
siervos.
La sociedad se encuentra entonces con tres órdenes
que, según la propia Iglesia, son mandatos de Dios y por tanto, fronteras
sociales que nadie puede cruzar.
1. Se reemplazo el modo de producción esclavista por el modo de producción feudal.
2. Lo social, por la desaparición del concepto de
ciudadanía romana y la definición de los estamentos
medievales.
3. Lo político para la descomposición de las
estructuras centralizadas del Imperio
romano que dio paso a una dispersión del poder.
4. Lo ideológico y cultural por la absorción y
sustitución de la cultura clásica por las teocéntricas
culturas cristiana
o islámica
(cada una en su espacio).[]
Un preconcepto erróneo define a la Edad Media como una época
oscura, sumida en el retroceso intelectual y cultural y un aletargamiento
social y económico secular, que a su vez se asocia con el feudalismo
como un periodo dominado por el aislamiento, la ignorancia,
la teocracia,
la superstición
y el miedo milenarista alimentado por la inseguridad endémica, la
violencia y la brutalidad de guerras e invasiones constantes y epidemias
apocalípticas. []
La
Edad Media realizó una curiosa combinación entre la diversidad y la unidad
permitiendo el nacimiento de las incipientes naciones bajo el signo religión
cristiana; la Edad Media
fue el período en que apareció y se construyó Europa.
La inestabilidad política y el declive de la vida
urbana golpearon duramente la vida cultural del continente, la Iglesia Católica como única institución que no se
desintegró en ese proceso, mantuvo lo que quedó de fuerza intelectual,
especialmente a través de la vida monástica. El hombre instruido de esos primeros
siglos era casi siempre un clérigo para quien el estudio de los conocimientos naturales
era una pequeña parte de la erudición, ellos vivían en una atmósfera que daba
prioridad a la fe y
tenían la mente más dirigida a la salvación de las almas que al cuestionamiento
de detalles de la naturaleza.
La vida casi siempre insegura y económicamente difícil
de esa primera parte del periodo medieval mantenía al hombre volcado en las
dificultades del día a día, lo que redujo las actividades científicas
A la hora de encarar l
El objeto artístico medieval tiene en el seno de la sociedad en que
es producido, un carácter básicamente funcional:
·
El de ser
una ofrenda a Dios, a los santos o a los difuntos
con el fin de obtener su gracia, su indulgencia,
etc. Es por ello que el hombre medieval
no dudaba de la legitimidad de la riqueza de los
adornos de las iglesias, monasterios
u otros lugares de culto, puesto que esta riqueza era vista como una ofrenda
necesaria a Dios, para la cual eran necesarios los mejores materiales y
las mejores técnicas.
·
El cumplir una función pedagógica
consistente en explicar los dogmas de la fe cristiana y la historia
sagrada a los iletrados.
·
El de ser una
afirmación de poder:
por un lado del poder de Dios y de la Iglesia que reclamaba su delegado en el mundo,
por otro del poder de aquellos que tienen los medios suficientes para encargar
obras de arte.
·
En la arquitectura románica los edificios se
caracterizan por sus macizos muros
y contrafuertes
para sostener una robusta bóveda de cañón, basada en el arco de medio punto, el grosor de sus paredes
habla de lo inseguro de la época ante el temor
a los barbaros, las estructuras son de escasa altura y con pocos vanos, lo que implica
una menor entrada de luz.
Durante el proceso de desestructuración del Imperio romano de Occidente, el
Occidente europeo fue perdiendo contacto con Oriente y el griego acabó por ser
olvidado. De ese modo, Europa Occidental perdió el acceso a los tratados
originales de los filósofos clásicos, quedándose sólo con las versiones
truncadas de ese conocimiento que habían sido traducidas anteriormente.
2. La segunda clase es la de los combatientes,
aquellos cuya única misión es proteger a la comunidad y conservar la paz.
3. La tercera clase es la de los que laboran, que
con su esfuerzo y trabajo deben mantener a las otras dos clases.
Dos instituciones eran claves para el feudalismo:
1. El vasallaje
como relación jurídico-política entre señor y vasallo, un contrato sinalagmático
(es decir, entre iguales, con requisitos por ambas partes) entre señores y
vasallos (ambos hombres libres, ambos guerreros, ambos nobles), consistente en
el intercambio de apoyos y fidelidades mutuas (dotación de cargos, honores y
tierras -el feudo- por el señor al vasallo y compromiso de auxilio o apoyo
militar y consejo o apoyo político, que si no se cumplía o se rompía por
cualquiera de las dos partes daba lugar a la felonía, traición
1. El feudo como unidad económica y de relaciones sociales de producción entre el
señor y sus siervos,
no un contrato igualitario sino una imposición violenta justificada
ideológicamente como protección a cambio de trabajo y sumisión.
El vasallaje era un pacto entre dos miembros de la nobleza de
distinta categoría. El caballero de menor rango se convertía en vasallo del
noble más poderoso, que se convertía en su señor por medio del Homenaje e
Investidura, en una ceremonia ritualizada que tenía lugar en la torre del homenaje del castillo del
señor. El homenaje
del vasallo al señor consistía en la postración o humillación, habitualmente de
rodillas, el osculum (beso), la
inmixtio manum, las manos del
vasallo, unidas en posición orante, eran acogidas entre las del señor, y alguna
frase que reconociera haberse convertido en su hombre. Tras el homenaje se producía la investidura,
del señor al vasallo, que representaba la entrega de un feudo a través de un símbolo del
territorio o de la alimentación que el señor debe al vasallo -un poco de
tierra, hierba o grano- y del espaldarazo en el que el vasallo recibe una espada (y unos
golpes con ella en los hombros), o bien un báculo si era
religioso.
El homenaje
era un ritual por el que un señor concedía un feudo a otro hombre de
la clase privilegiada a cambio de unos servicios y prestaciones. El juramento y
el vasallaje será de por vida, de allí que el usufructo fuese
vitalicio, con el tiempo se convirtió en una ligazón de familias entre el señor
y sus vasallos, pudiendo heredarse el feudo siempre que los herederos
renovaran sus votos con el señor. Sin embargo el señor feudal tenía derecho a
revocar el feudo a su vasallo si éste no se comportaba como tal o demostraba
algún signo de deslealtad, como conspirar contra él, no cumplir entregando las
tropas de su feudo en caso de guerra, etc., ya que cometía el delito de
felonía.
A un felón se le consideraba un mal vasallo y una
persona de la que desconfiar. En el sistema feudal, la felonía era una terrible
mancha de por vida en la reputación de un caballero.
La encomienda, encomendación o patrocinio
eran pactos teóricos entre los campesinos y el señor feudal, que podían también
ritualizarse en una ceremonia o dar lugar a un documento. El señor acogía a los
campesinos en su feudo, que se organizaba en una reserva señorial que los siervos debían trabajar
obligatoriamente y en el conjunto de las pequeñas explotaciones familiares que
se atribuían a los campesinos para que pudieran subsistir. Obligación del señor
era protegerles si eran atacados, y mantener el orden y la justicia en el
feudo. A cambio, el campesino se convertía en su siervo y estaba obligado a
pagar rentas al noble por el uso de la tierra.
Como monopolio señorial solían quedar la explotación
de los bosques y la caza, los caminos y puentes, los molinos, las tabernas y
tiendas.
Los villanos, habitantes de las villas se dividían en
dos grupos:
1.
Los
dedicados a la agricultura, no podían abandonarla sin consentimiento del señor,
tenían que pagar por la tierra que cultivaban y servir gratis al señor
2.
Los
campesinos libres podían cambiar de lugar, contraer matrimonio, transmitir sus
bienes, etc., pero estaban obligados al servicio militar y a pagarle al señor
impuestos en dinero
o en especie por el uso de la tierra.
La vida de ambos era muy dura, a menudo se veían
acosados por el hambre y la peste.
La explotación agraria feudal era de subsistencia, los
siervos cultivaban lo suficiente para mantenerse a sí mismos y para pagar los
diezmos a la Iglesia y la renta al señor, separando también
las semillas necesarias para la siguiente siembra. Los cultivos se organizaban
en torno a las poblaciones en tres anillos:
1. El primero y más cercano a la población se
dedicaba a las frutas y hortalizas.
2. El segundo era para los cereales, principal
sustento de la época.
3. El tercer núcleo eran tierras de pasto y monte
explotadas de forma comunal.
La rotación de cultivos[1]
era el principal sistema utilizado para evitar el deterioro de la tierra, la
tierra que quedaba sin cultivar se dedicaba a uso comunal, permitiendo que los
animales pastasen en ella (práctica conocida como derrota de las mieses).
El aumento de la producción como consecuencia
de las innovaciones supone ya en el siglo XI una
reducción de las prestaciones personales de los siervos a sus señores en cuanto
a horas de trabajo, sustituyéndose por el pago de una cuantía económica o en
especie, por lo que se reducen las tierras del señor y aumentan los
arrendamientos, al mismo tiempo, los campesinos aumentan sus rentas disponibles
y ganan en independencia, se incrementa el número de tierras roturadas y
comienza el periodo de eliminación de los bosques europeos, drenaje de las
tierras empantanadas, la extensión de los terrenos arados lejos de las aldeas y
la construcción dispersa de casas campesinas. Las mejores tierras atraen a una
mayor masa de población y se producen migraciones
en todo el centro de Europa, para el siglo XI las hambrunas han
desaparecido.
A partir del siglo XII,
la existencia de excedentes incrementa el comercio más
allá de las fronteras del señorío, las actividades comerciales permiten que
surja una incipiente burguesía, los mercaderes, que
debe realizar su trabajo pagando igualmente una parte de sus beneficios en
forma de tributos a los señores que a su vez incrementan con ello sus recursos.
Las rutas de peregrinaje[1]
son los nuevos caminos por donde se abre el comercio, Roma, Jerusalén o Santiago de Compostela son los destinos
alrededor de las cuales florecen las ciudades por economía. Las ciudades, burgos, son al mismo tiempo espacios
de defensa y de comercio conforme avanza el tiempo y se va gestando una nueva
sociedad que despegará en los siglos XIII y XIV.
A partir del siglo XIII,
la mejora de las técnicas agrícolas y el consiguiente incremento del comercio hizo
que la burguesía
fuera presionando para que se facilitara la apertura económica de los espacios
cerrados de las urbes se redujeran los tributos de peaje y se
garantizaran formas de comercio seguro y una centralización de la
administración de justicia e igualdad de las normas para desarrollar su
trabajo, al tiempo que garantías de que los que vulnerasen dichas normas serían
castigados con igual dureza en los distintos territorios.
Las ciudades que abrían las puertas al comercio y a
una mayor libertad de circulación, veían incrementar la riqueza y prosperidad
de sus habitantes y las del señor, así las alianzas entre señores eran muy
comunes en pos del desarrollo económico de sus respectivos territorios.
Los vasallos prefirieron realizar pagos en metálico
(scutagium, ‘tasas por escudo’) a cambio de la ayuda militar debida a sus
señores; a su vez éstos tendieron a preferir el dinero, que les permitía
contratar tropas profesionales que en muchas ocasiones estaban mejor entrenadas
y eran más disciplinadas que los vasallos, debido al resurgimiento de las
tácticas de infantería y la introducción de nuevas armas, como el arco y la
pica, hicieron que la caballería no fuera ya un factor decisivo para la guerra.
El
sistema feudal vería su fin con las cruzada, es
decir las guerras emprendidas en cumplimiento de un voto y dirigidas contra
infieles, por ejemplo, contra musulmanes, paganos, herejes, o aquellos bajo
edicto de excomunión, lo que corresponde
a una concepción política que se dio sólo en la Cristiandad del siglo XI al XV;
que suponía una unión de todos los pueblos y soberanos bajo la dirección de los
papas.. Después de pronunciar un voto solemne, cada guerrero recibía una cruz
de las manos del Papa o de su legado, y era desde ese momento considerado como
un soldado de la Iglesia.
A los cruzados también se les concedían indulgencias y
privilegios temporales, tales como exención de la jurisdicción civil,
inviolabilidad de personas o tierras, etc.
Las Cruzadas Orientales, fue la más importantes y
buscaban restablecer el control cristiano de Tierra Santa, recuperando los
Santos Lugares, los Papas vieron las Cruzadas como un instrumento de ensamblaje
espiritual que superase las tensiones entre Roma y Constantinopla, que además
elevaría su prestigio en la lucha contra los emperadores germanos, afianzando
su poder sobre los poderes laicos. También como un medio de desviar la guerra
endémica entre los señores cristianos hacia una causa justa que pudiera ser
común a todos ellos, la lucha contra el infiel.
A fin de repasar lo aprendido contesta
1.
¿A que se
denomina feudalismo? ¿Por que surge el feudalismo? ¿Cuáles son las
características del feudalismo?
2.
¿Cuáles son las
clases sociales en el feudalismo?
3.
¿Cuáles son las instituciones
claves del feudalismo?
4.
¿Qué es la
felonía?
5.
¿A que se llama encomendación o patrocinio?
6. ¿¿A que se denomina señor,
vasallo, vasallaje, homenaje y contrato sinalagmático? ¿Que fueron los villas y
los villanos?
7. ¿Por que se produjo la
independencia económica de los campesinos?
8. ¿Por que surgió la burguesía?
9. ¿Qué son las rutas de
peregrinaje, por que florece la economía alrededor de ellas?
10.¿Por que surgieron las tropas
mercenarias al fin de la edad media?
11.¿¿Cómo
se encontraba organizado económicamente el feudalismo?
Presta atención que papel jugo la Iglesia en la edad media
1. ¿Qué papel juega la iglesia en el sistema
feudal?
2. ¿Que fue la simonía? ¿Qué problemas origino?
3. ¿Que fueron los caballeros? ¿Cómo era su
educación? ¿Qué era la noche en vela? ¿Cómo estaban ligados con la iglesia?
4. ¿Qué significa poder temporal y poder
espiritual?
[1] Rutas de que seguían los peregrinos
católicos recorriendo santos lugares, los cuales guardaban reliquias sagradas y
usaban como una forma de crecer en su fe y devoción
[1]
Este método consiste en dejar en barbecho, sin cultivar una parte de la tierra
cada año para permitir su regeneración. En las regiones mediterráneas se usaba
la rotación bienal según el cual la mitad de las tierras quedaba en barbecho
cada año. En las regiones europeas atlánticas se usaba la rotación trienal, un
tercio de la tierra para cereal de ciclo largo -de invierno-, otro tercio para
cereal de ciclo corto -verano- y el último tercio en barbecho.
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